Sobre mí

¿Quién soy?

Soy Leticia Arévalo Narváez, y de mis apellidos nace el nombre «Arena», en homenaje a uno de los elementos esenciales en la cerámica, que utilizo con frecuencia en mis piezas escultóricas para aportar estructura y facilitar el modelado.

Soy madrileña, pero actualmente vivo en Fuerteventura, adonde llegué atraída por mi profunda conexión con el mar y el deseo de llevar un estilo de vida más relajado y en sintonía con la naturaleza, especialmente tras la pandemia. Fue en esta isla donde empezó mi historia de amor con la cerámica.

Inicialmente, llegué como teletrabajadora, cofundadora y encargada de una startup dedicada a la reserva de actividades de buceo. Sin embargo, tras un año en la isla, me di cuenta de que el trabajo frente al ordenador no me llenaba.

Durante ese tiempo, asistí a un par de talleres de cerámica en el estudio local Ceramici, y poco a poco comencé a experimentar por mi cuenta, sin grandes conocimientos ni pretensiones, pero con mucha curiosidad.

Crear con barro me conecta al presente, donde encuentro calma y libertad. Cada pieza nace de la tierra, transformando lo informe en algo único y lleno de vida. Exploro formas, colores y texturas con infinitas posibilidades.

Mi gran cambio llegó cuando conocí a Juan Sánchez, mi maestro y mentor, a quien le debo gran parte de mi recorrido en este mundo. Juan, proveniente de una familia de ceramistas de la primera generación de la Escuela de Arte Francisco Alcántara de Madrid, me abrió las puertas de su taller.

Comencé llevando mis piezas a su horno y, un día, me propuso colaborar: él me proporcionaba los materiales y sus enseñanzas, y yo le ayudaba en su local. ¡yo no daba crédito! Fue el punto de inflexión que transformó la cerámica de un hobby en mi verdadera profesión.

Desde entonces, levantarme cada día para trabajar ha sido una fuente de alegría y gratitud. La cerámica no solo me relaja y me mantiene conectada al presente, sino que también se ha convertido en mi medio de expresión artística. Estos años han sido una transformación de 360º en mi vida, y aunque llevo cuatro formándome y perfeccionando mi técnica, siento que apenas he comenzado a explorar las infinitas posibilidades que este arte ofrece.

Lo que más me motiva es seguir aprendiendo, viajando y formándome con especialistas para crecer en este oficio ancestral. Actualmente, trabajo de manera independiente y colaboro con Juan. Mi viaje en el mundo de la cerámica está solo comenzando.